Retos emocionales al mudarte a Australia
Mudarse a Australia promete aventuras, oportunidades y nuevos comienzos, pero también implica un proceso profundo de adaptación emocional. En este artículo, comparto desde mi experiencia personal las emociones más intensas que viví. Además, tips para navegar estos sentimientos, recordándote que, aunque el camino es desafiante, la transformación personal que lograrás es unica.

Por:
LINA AVILA HENAO
Última actualización:
29 abr 2025
Tags:
#día-a-día
Mudarse a Australia es el anhelo de muchos: nuevos paisajes, aprender un nuevo idioma, nuevas oportunidades y aventuras. Sin embargo, detrás de las fotos en la playa y los canguros, hay una montaña de emociones que es difícil comprender y que pueden salirse de control si no se identifican a tiempo. Es importante que te prepares para experimentar en Australia un proceso de cambios y de adaptación.
Buscar ayuda si lo necesitas también es importante, tener esa certeza de que no estás solo y que todo pasara es muy importante. Hoy quiero compartirte las emociones más marcadas que sentí al principio cuando recién llegué a Australia y empecé mi camino, a lo mejor te sientas identificado o si no estás en Australia que te prepares mentalmente para ser fuerte.
Ojo! no soy psicóloga y este artículo está basado netamente en mi experiencia. Si sientes que las emociones te dominan busca ayuda, en Australia hay muchas opciones de encontrar una asesoría, terapia, guía tanto en español como en inglés.
Emociones que se viven al llegar a Australia
Soledad
Sentirse solo es más común de lo que imaginas. La distancia con tu familia y amigos se siente en el día a día, pero hay momentos donde pesa más. En mi caso, la soledad era más notoria los domingos. Era el único día donde no trabajaba, y no tenía compromisos formales. Justo a la hora del almuerzo recordaba esas salidas familiares que solía tener. Al principio, no tenía amigos con quienes compartir ese momento, y salir a comer sola se me hacía difícil, me daba pena sentarme en un restaurante sola. Con el tiempo, conocí personas con quienes hacer planes, y esos domingos se volvieron más llevaderos.
Preocupación y Ansiedad
Estar frente a lo desconocido constantemente genera preocupación, ansiedad y hasta miedo. En mi caso, cosas como asistir a una entrevista, el primer día en un trabajo nuevo, usar el transporte público sin saber bien cómo funcionaba o ver cómo mis ahorros disminuían sin conseguir empleo rápido, eran fuentes constantes de estrés.
Con el tiempo aprendí a manejar los retos, entendí que cada reto era distinto y empecé a no darles tanta magnitud en mi cabeza.
Frustración
La barrera del idioma puede ser una de las principales causas de frustración. Sentir que no entiendes lo que te dicen o que no puedes hacerte entender causa bastante impotencia.
Verte en trabajos que nunca imaginaste hacer después de años de estudio, puede ser difícil de aceptar. Yo misma pensaba: "¿Para esto estudié cinco años? ¿Para venir a limpiar baños en Australia?" y esto se repetía en mi cabeza cada vez que iba a trabajar.
Otra causa de irritación era que habían muchos Colombianos en mi clase de inglés y solo estaba socializando con ellos al principio. Eso me frustraba porque sentía que no estaba avanzando en inglés.
Incluso cosas simples, como tomar el transporte público de Melbourne, me resultaba un dolor de cabeza, porque al principio tomaba el tram en dirección contraria por equivocación y eso me hacía perder mucho tiempo.
Duda
En momentos de dificultad, era inevitable preguntarme: "¿Hice bien en venir a Australia? ¿Valió la pena renunciar a mi antiguo trabajo? ¿Podré recuperar la inversión que hice? ¿Seré capaz de manejar todo esto?". Estas dudas aparecen, pero también pasan.
Decepción
En mi opinión, al estar tan lejos de familia y amigos es común que tiendas a confiar más en las personas que conoces. Si alguien por algún motivo te decepciona creo que el nivel de desilusión que vas a sentir es mucho mayor.
En mi experiencia la verdad es que conocí personas que fueron como ángeles que me tendieron su mano y me acompañaron todo el camino. Sin embargo también conocí personas que no me gustaría volver a encontrar porque de alguna manera actuaron de mala fe, pero es parte del camino.
El proceso de adaptación y crecimiento
Lo importante es entender que todas estas emociones son normales y que, con el tiempo, aprenderás a manejarlas. La ansiedad, el miedo y la preocupación disminuirán cuando te des cuenta de que eres capaz de enfrentar cualquier situación.
Vas a extrañar mucho a tu familia, pero también vas a aprender a valorarlos más. Te sentirás orgulloso de cuánto has madurado, de haber aprendido un nuevo idioma, de ser capaz de estudiar y trabajar al mismo tiempo, y de pagar tus estudios en dólares.
Te volverás más disciplinado con tu tiempo y tu dinero. Aprenderás a valorar un domingo libre, las verdaderas amistades y cada pequeño logro.
Conocerás personas increíbles, y también algunas que no querrás volver a cruzarte, pero entenderás que eso sucede en cualquier lugar del mundo.
Descubrirás que eres capaz de hacer cosas que nunca imaginaste: trabajar en áreas nuevas, adaptarte a culturas diferentes, dormir poco pero aún así tener la energía para viajar y conocer lugares hermosos.
Consejos para sobrellevar estas emociones
Ábrete a conocer gente: La integración es clave para tu adaptación.
Sal de tu zona de confort: Atrévete a hablar en inglés, aunque te de pena.
Recuerda que todo es temporal: Las emociones negativas pasarán y te harán más fuerte.
Sé paciente: Adaptarse lleva tiempo, y está bien cometer errores, equivocarse.
No te exijas perfección: Ten en cuenta que hablar inglés es un proceso que lleva tiempo, conseguir un trabajo no pasará al siguiente día que llegues, aprender como funciona el sistema de transporte pasara cuando
Para finalizar: Una experiencia que transforma
Créeme, mudarte a Australia será una de las mejores y más enriquecedoras experiencias de tu vida. No te vas a arrepentir. Ya sea que consigas tu objetivo o no, el simple hecho de haber cruzado el mundo y adaptarte a una nueva vida dice mucho de ti.
Cuando mires atrás y veas todo lo que lograste, sentirás que nada es demasiado grande para ti. Porque salir de tu país, enfrentar tus miedos y crecer en medio de la incertidumbre, te convierte en una versión más fuerte, valiente y capaz de ti mismo.